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lunes, 30 de junio de 2014

¿CÓMO ES EL INQUILINO MEDIO ESPAÑOL?



   Según los datos del Ministerio de Fomento, hace una década el número de viviendas en alquiler representaba el 13% del total; hoy ya es el 20%. ¿Cómo son esos nuevos arrendatarios que están sumando en el sector del alquiler.?

   Ya no se trata solo, como era habitual en España, de jóvenes estudiantes compartiendo piso, de solteros, o de parejas que prueban con la vida en común. Ahora el perfil es el de un joven de alrededor de 30 años, casado, con hipoteca (es decir, también propietario) y trabajo estable.

Veamos las conclusiones:
  • Edad. La media es de 30 años. El 40,12% de los inquilinos tiene entre 26 y 35 años, y casi un 29% se sitúa entre los 36 y 55 años. El siguiente grupo son los menores de 25 (27,14%).
  • Género. Hay una mayoría de hombres: el 52,83%.
  • Estado civil. Como hemos dicho, predominan los casados (37,01%), aunque casi les igualan los solteros (36,72%). Más lejos, separados y divorciados (ambos con un 12%). El alquiler se afianza como una buena opción también entre las familias estables y solventes que necesitan ganar en flexibilidad.
  • La mayoría de los encuestados afrontan una hipoteca. La explicación se encuentra en los cambios en el destino laboral, hoy más frecuentes, y también en el aumento de la familias, lo que lleva a algunos propietarios a alquilar una vivienda y arrendar la suya.
  • Trabajo. El 19,84% tiene un contrato indefinido, el 17,14% son trabajadores a tiempo parcial, cifra muy similar a la del número de autónomos que se decantan por el alquiler. En general los inquilinos en España trabajan en el sector servicios y en pymes.
  • Ingresos. La media está en 16.745 euros al año. Casi el 47% gana menos de 20.000 euros y el 22,65% ingresa entre 30.000 y 40.000 euros anuales.
  • Número de inquilinos por vivienda. La media es de 2,7. Pero este podría ser un buen resumen de los principales porcentajes: el 31,12% de los contratos tiene dos inquilinos; el 23,18%, tres  y  el 20,14%, solo uno.
Otros datos interesantes para conocer por qué los españoles se deciden a alquilar:
  • La mayoría busca la vivienda por Internet.
  • Se tarda una media de 24 días en encontrarla.
  • Se ven 3,8 inmuebles antes de decidirse.
  • La característica que más se valora es que la casa esté cerca del trabajo.
   Pero, ¿por cuánto tiempo el inquilino se mantiene en la misma vivienda? Como media los arrendatarios permanecen 19 meses en el mismo inmueble.

jueves, 19 de junio de 2014

¿CUÁNTO NOS CUESTA IR A TRABAJAR?



   Cuando hablamos de nuestro salario, hablamos de cuánto ganamos en términos brutos. Sin referirnos al importe recibido sin recibir las correspondientes retenciones fiscales ni las cotizaciones a la Seguridad Social, sino el dinero que ganamos sin descontar los gastos en los que tenemos que incurrir para trabajar. Unos gastos que nunca solemos tener en cuenta pero que, sin embargo, te sorprenderá su cuantía si te tomas la molestia de realizar el cálculo. 

¿Cuánto me cuesta desplazarme hasta el lugar de trabajo?

   La mayoría de oficios requieren presencia física en el lugar de trabajo y esta exigencia implica el correspondiente desplazamiento desde nuestra casa hasta la oficina o centro donde se desarrolla la actividad correspondiente, además de un segundo desplazamiento para regresar a casa. En total, dos desplazamientos diarios que conllevan un gasto importante en gasolina y en desgaste del coche, y que dependerán de la distancia que exista de casa al trabajo y del trabajo a casa y del medio de transporte escogido, y que nadie nos paga puesto que, por lo general, no está incluido en nuestro salario.

   Pongamos, por ejemplo, que nuestro trabajo está a 25 kilómetros de la puerta de nuestra casa. Para llegar al trabajo tendremos que realizar 50 kilómetros todos los días, o 250 kilómetros cada semana, suponiendo que trabajemos cinco días a la semana, o 1000 kilómetros al mes. Suponiendo que el consumo medio de nuestro vehículo sea de 8 litros  a los 100 kilómetros y que el precio de la gasolina sea de 1,50 euros por litro (para simplificar y facilitar el cálculo), gastaremos 30 euros a la semana en gasolina para llegar a nuestro trabajo, o lo que es lo mismo, 120 euros al mes.

   Si a ello le sumamos el desgaste natural que cualquier vehículo sufre al ser utilizado, el coste aumenta de manera considerable. Si suponemos que las ruedas aguantan 30.000 kilómetros, que es el único uso que le hacemos al coche y que el coste de cada rueda es de 150 euros, tardaremos unos dos años en cambiar las cuatro ruedas; en total, 600 euros cada dos años, y si distribuimos el coste de forma mensual tendremos que añadir otros 25 euros a la cantidad previamente calculada.

   Pero, además, los coches suelen pasar revisiones periódicas cada 15.000 kilómetros o seis meses, aproximadamente. Si suponemos que realizamos dos revisiones anuales a un precio de 200 euros por revisión, el coste mensual prorrateado que tendremos que hacer frente será de unos 33 euros. En total, el desplazamiento al trabajo ha supuesto un coste aproximado de 180 euros al mes. Todo ello sin contar el necesario desembolso que ha supuesto la adquisición del vehículo puesto que, en muchos casos, el trabajo ha constituido la única razón para su compra.

   ¿Y si prescindimos del transporte privado? Sin contar que, en bastantes ocasiones, no hay forma de llegar hasta nuestro puesto de trabajo si no es con un vehículo propio, el transporte público no nos sale mucho más económico. El taxi puede suponer un coste de 10 euros por desplazamiento (20 euros diarios), lo que constituye una suma de, aproximadamente, 400 euros mensuales, muy por encima del coste del transporte en automóvil propio. Aún así, el taxi puede, en ocasiones, compensar.

   Si optamos por la opción más económica, el autobús, metro y, en general, cualquier otro medio de transporte público, puede que sí notemos un cierto ahorro. Si suponemos que el precio por trayecto del autobús o del metro es de 1,50 euros, el coste mensual total sería de 60 euros. Sin embargo, en este caso tendremos que tener en cuenta también el coste por desgaste de las zapatillas que, a pesar de que se obvia en el 100% de ocasiones, constituye un coste del que no nos tendremos que preocupar si utilizamos un medio de transporte privado.

¿Me da tiempo a comer en casa?

   En la actualidad, la mayor parte de los trabajos tienen jornada partida. Esto quiere decir que los empleados tienen que trabajar tanto por la mañana como por la tarde con un lapso de tiempo determinado para comer, que variará e función de las necesidades de la empresa. Ante esta situación se nos plantea una nuevo gasto: el de la comida.

   Si optamos por comer en casa, tendremos que multiplicar el gasto del vehículo calculado en el ejemplo anterior por dos. Es decir, para una distancia de 25 kilómetros gastaremos 360 euros mensuales solo en gasolina y en desgaste del vehículo. Por este motivo, y sobre todo para los empleados que tienen que realizar desplazamientos más largos, es más interesante comer cerca del lugar de trabajo (o, incluso, en el mismo centro de trabajo).

   De hecho, son muchas las empresas que pagan la comida en sus empleados mediante tickets de comida o pasándolo por gastos. En este caso, existen multitud de restaurantes que aceptan este tipo de vales como medios de pago, en los cuales los empleados pueden comer sin coste adicional para ellos, puesto que ya va incluido en el importe del ticket. Sin embargo, aquellos empleados cuyas empresas no les proporcionen tickets restaurant tendrán que hacer frente a un coste extra por comida que podemos cuantificar en 10 euros diarios, 40 euros semanales (suponiendo que los viernes no come en el trabajo) o 160 euros mensuales. No obstante, existe una alternativa a este gasto que es llevar el tupper al trabajo o un bocadillo, alternativa que cada día está más de moda.

Resto de gastos: a cuidar nuestro bolsillo

   Existen, asimismo, otros gastos que, aun no suponiendo el grueso de costes para el empleado, constituyen una salida de dinero que debemos tener en cuenta. ¿Quién no es el empleado que no se ha tomado un pincho de tortilla a media mañana? ¿O el que no se toma tres, cuatro o incluso cinco cafés diarios? Todos estos consumos cuentan ya que a fin de mes nuestro bolsillo y nuestra cuenta bancaria se ven reducidas de forma considerable.

   Si cuantificamos este coste podemos, de nuevo, llevarnos una sorpresa. Para un gasto de, pongamos, cinco euros diarios en gastos variados, tendremos un coste semanal de 25 euros, o un coste mensual de otros cien euros. Hay que decir, no obstante, que este gasto podría ser similar si no estuviésemos en el trabajo. No obstante, al fin y al cabo ese gasto se realiza en el trabajo y, por este motivo, lo tenemos en cuenta.

   En definitiva, un empleado normal que viva a 25 kilómetros de su trabajo, con un utilitario normal que consuma 8 litros a los 100 kilómetros, que tenga que comer cuatro días a la semana fuera de casa (y su empresa no se lo pague) y que tenga un gasto normal en cafés y demás productos de consumo, acabará gastando unos 450 euros al mes solo en conceptos relacionados directamente con el trabajo. Si no controlamos este gasto, trabajar nos puede salir muy caro.

lunes, 9 de junio de 2014

CIUDADES ESPAÑOLAS PARA AMANTES DE LA BICI



   Ecológica, barata y sana. Los beneficios de la utilización de la bicicleta en la ciudad son bien conocidos, pero conviene recordarlos. Un informe de la Organización Mundial de la Salud y de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, publicado hace unas semanas, estimaba que la promoción de este transporte en las localidades europeas evitaría 100.000 fallecimientos por accidentes de tráfico y por la contaminación. Además, estimularía la economía creando alrededor de 76.000 empleos.

   En España, los responsables municipales parecen que han tomado buena nota, si atendemos al espectacular desarrollo de los carriles-bici en muchas de las principales ciudades y a la cada vez mayor oferta pública de alquiler de bicicletas para los ciudadanos.

   Madrid es la protagonista del reciente impulso a esta iniciativa sostenible: se acaba de poner en marcha un servicio de alquiler de 1.580 bicicletas con motor eléctrico –para ayudar al pedaleo– con las que se podrán recorrer los 278 kilómetros de su red de carril-bici.

   Este saludable servicio se implantó en Barcelona en 2007 (6.000 bicicletas; 182 kilómetros de carril-bici) y en Zaragoza en 2008 (1.300 bicicletas; cien kilómetros).

   Destacan también por su cobertura Valencia (2.750 bicicletas; 130 kilómetros) y Sevilla (2.500 bicicletas; 140 kilómetros). Aunque, San Sebastián, Santander, Valladolid o incluso Valdepeñas (Ciudad Real) están incrementando asimismo su oferta.

   El precio es muy similar en todos los casos: entre 25 y 45 euros por un bono anual. Aunque existen particularidades, por ejemplo, en Barcelona se regala la primera media hora de desplazamiento, mientras que en Madrid se va a cobrar desde el comienzo.

Evaluando

   La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó un examen en Agosto de 2013 de la calidad de las vías ciclistas de 11 ciudades españolas, porque no todo consiste en hacer muchos kilómetros de carril. Hay que valorar también sus conexiones, si comunican los barrios con el centro de la ciudad, si son amplias y cómodas o su estado de conservación.

   A partir del resultado de ese estudio hemos preparado el ‘top 5’ de localidades para recorrer en bicicleta:
  • Sevilla. No sólo es la que cuenta con la mejor red de carril-bici de España, según la OCU, sino que es la cuarta ciudad del mundo para la web de diseño de infraestructuras ciclistas copenhagenize.eu, por detrás de Amsterdam, Copenhague y Utrecht. Recorrido propuesto para conocer la ciudad: comenzar en la Plaza de España, pedalear por el parque de María Luisa, llegar al Guadalquivir y seguir a lo largo de su ribera hasta la Maestranza. El carril-bici se introduce después en el corazón histórico para desembocar en la Giralda.
  • Zaragoza. Sorprende la densidad de su red y el número de bicicletas y estaciones de alquiler (Sistema Bizi), en las que se puede pagar el servicio a través del móvil. Recorrido propuesto: se inicia a la orilla del Ebro para pasar por las instalaciones de la Exposición Internacional del Agua. De ahí al Palacio de la Aljafería, el Patio de los Naranjos, la Plaza del Pilar y la Basílica.
  • San Sebastián. En 2016 será la Capital Europea de la Cultura y en ese marco la bici se va a convertir en una prioridad para la ciudad. Cuenta como Madrid con bicicletas eléctricas. Recorrido propuesto: por supuesto, es imprescindible pedalear junto al mar por el paseo marítimo. Además, los puntos de información turística proponen rutas temáticas: de cine, gastronómicas, arquitectónicas, culturales, históricas, entre otras.
  • Vitoria. La primera localidad que puso en marcha un servicio de alquiler de bicicletas, aunque lo cerró en 2012. Sin embargo, sus 100 kilómetros de carril-bici siguen estando entre los mejor trazados y conservados. Recorrido propuesto: el casco urbano es pequeño y recogido, perfecto para perderse sin rumbo… Al final, todos los caminos llegan a la Plaza de España y la Plaza de la Virgen Blanca.
  • Barcelona. El programa urbano de bicicletas Bicing facilita 420 puntos de alquiler y estacionamiento, de manera que puede recorrerse la ciudad de un extremo a otro sin problema. Recorrido propuesto: se puede comenzar a pedalear en la Plaza de Cataluña, atravesar el barrio Gótico, para luego pasar por la catedral, la Sagrada Familia y la Rambla. Una alternativa: bordear toda la costa desde la Plaza de Colón hasta el Fórum.

ELIGE BIEN TU AIRE ACONDICIONADO



   Se acerca el verano y ya estás pensando en cómo hacer frente a las altas temperaturas. ¿Por fin has decidido comprar un equipo de aire acondicionado? ¿No tienes más remedio que renovar el que instalaste, hace ya unos años, porque no da más de si?

   A partir de la información que facilita la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con todo lo que debes saber para elegir el equipo de climatización adecuado. Estos son los dos pasos básicos:

  • Tienes que averiguar exactamente lo que necesitas: ¿cuánto espacio quieres refrigerar? ¿Solo aire frío? ¿Presupuesto?
  • A partir de ahí, busca el equipo que más te convenga. La oferta es muy amplia, tanto en características como en precio.

¿Qué necesitas?

   El dato más importante que debes conocer es la potencia que se precisa para la superficie que vas a climatizar. Obviamente, cuanto mayor es el espacio, necesitarás más frigorías (unidad que mide la capacidad de refrigeración). Eso supondrá un precio mayor y más gasto energético.

   La cifra de referencia que utilizan los instaladores es de 100 frigorías/hora por metro cuadrado. Por tanto, un salón de 20 m2 precisará aproximadamente al menos 2.000 frigorías/hora. Ese cálculo es estimativo ya que hay que considerar otros factores importantes:
  • Si la casa está orientada al sur será más calurosa, por tanto es conveniente un equipo con más capacidad de refrigeración.
  • Un mal aislamiento (ausencia de toldos o persianas, paredes finas, ventanas con cerramientos deteriorados…) provoca que el calor entre con más facilidad y cueste más refrescar el ambiente. De nuevo, habría que pensar en un aparato más potente.
  • Cuantas más personas, más calor se genera en un mismo espacio. Si sois muchos en casa, la 100 frigorías por m2  se quedarán cortas. La OCU te ayuda con una aplicación para calcular la potencia que necesitas según todas las características de tu casa.


¿Qué equipo de refrigeración te conviene?

   Existen tres tipos de aparatos de aire acondicionado:
  • Aparatos split fijos o multi Split. Son los más habituales en los domicilios. Generan una potencia alta, son silenciosos y pueden equipar una bomba de calor para utilizarlos como calefacción en invierno. Inconvenientes: necesitas contratar a un instalador. Además, no todos los modelos renuevan el aire.
  • Aparatos split móviles. El sistema es muy parecido al anterior, con la ventaja de que se puede desplazar de una habitación a otra y no requiere instalación. Inconvenientes: tienen menos potencia, gastan más y son ruidosos.
  • Aparatos monobloque móviles. Aquí no hay dos elementos. Todo se integra en una unidad móvil que toma el aire caliente y lo expulsa al exterior por un tubo, con lo que se renueva el aire. No necesitan instalación y son los más económicos. Inconvenientes: es el tipo de aparato que menos potencia desarrolla, el más ruidoso y el que más consume.

   Además, hay que decidir cuál de estas dos tecnologías es más conveniente en cada caso:
  • Convencional: el compresor empieza a trabajar al 100% para alcanzar una temperatura fijada. Una vez conseguida, la mantiene arrancando y parando, lo cual genera picos de consumo y exceso de calor o frío.
  • Inverter: el compresor está preparado para trabajar a mayor capacidad (hasta un 120%) en el arranque, de manera que se alcanza antes la temperatura deseada. Esta tecnología permite  mantener siempre la temperatura estable, sin picos, y logra un consumo más eficiente (menos gasto).

   Todos los equipos tienen una calificación energética: desde la A (el menos eficiente) hasta la A+++ (el más eficiente). Lo que se puede ahorrar al comprar uno de baja eficiencia energética puede ser lo gastado, en poco tiempo, en la factura de electricidad. Valora todas estas características y elige la que mejor se adapte a tus necesidades.

miércoles, 28 de mayo de 2014

EMPRENDEDOR DE IDEAS (IV)



LAS COMPETENCIAS DEL EMPRENDEDOR

   Los emprendedores, por encima de todo, deben aprender cuanto antes tres competencias fundamentales:

Competencias emocionales y personales.

   Esas competencias te ayudan de forma muy efectiva a desarrollar tu proyecto de vida, el cual se desarrolla en paralelo con el proyecto de emprendimiento. Este forma parte de tu actitud vital. Así mismo te ayudarán a establecer relaciones y vínculos eficaces con las personas de tu entorno. Te convertirá en una persona con la que se quiere estar. Por otro lado, debes prestar mucha atención a la inteligencia intuitiva, mucho más que la inteligencia racional.

Competencias sociales y éticas.

   Las que determinan el universo de las relaciones personales y la forma como las mismas se van a desarrollar. El emprendedor no puede ser una persona arisca con los demás. Hay que crear un círculo de relaciones del que va a depender en buena medida su devenir profesional. El emprendedor se desarrolla con los demás y se debe a los demás. Al tiempo debe generar un importante código ético personal que impregne su conducta y la de su actividad empresarial. Un emprendedor sin ética personal y sin ética en su negocio es un peligro para la sociedad, intentará depredar lo que toca en su exclusivo beneficio. Este obviamente no es un emprendedor, es un delincuente que se aprovecha de la situación. El emprendedor debe desarrollar valores tales como transparencia, honestidad, honradez, voluntad de servicio. Y estos valores deben estar presentes en todo momento en la forma de hacer su empresa.

Competencias técnicas y empresariales.

   Obviamente los conocimientos técnicos y el manejo de ciertas herramientas técnicas (poder hacer un plan de negocios básico, poder descubrir una idea y trabajar en llevarla a cabo, elementos de comunicación social, etc.). Pero por encima de todo esto debe tener presente que el se debe centrar en su idea. El corazón de su negocio es su idea y por lo tanto su fuerte;  más que en lo técnico, debe estar en saber liderar el desarrollo de la idea. Deberá aprender cosas, pero no debe obsesionarse por saber de todo. Es mejor contar con la ayuda de algún experto en ocasiones (jurídico, marketing, producción). No debe desviar sus esfuerzos del camino del liderazgo de su idea. Claro que es mejor si se tienen estudios, se estará más preparado para las adversidades y resolución de problemas, pero ha habido grandes emprendedores, que se han convertido a su vez en grandes empresarios, que partían de una formación escasa. Han sabido hacer lo principal, que es liderar el desarrollo y crecimiento de su idea.

lunes, 19 de mayo de 2014

EMPRENDEDOR DE IDEAS (III)



LAS TRABAS AL EMPRENDIMIENTO

   España no es un país fácil para ser emprendedor. Esa burocracia instalada hace que una empresa tarde de media unos cuarenta días en tener la documentación en regla para poder operar, eso si no te topas con el mundo del papeleo con ayuntamientos, comunidades y gobierno. Si hablamos de que quieras montar algo con vistas hacia el exterior ya puedes tardar incluso años.

La cultura de la sociedad española hacia el emprendimiento.

   Es un factor clave de desmotivación. En España el emprendedor, el empresario, no son bien vistos, no tienen ganado ese respeto y admiración por la sociedad. No rige el factor imitación, no es algo atrayente. Rige como elemento desmotivador. De ahí que entre las preferencias de los jóvenes no aparezca como primera opción. No tienen espejos en los que fijarse. Desde mi punto de vista hay tres cosas que fomentan y asientan la cultura del rechazo a emprender:

  1. La no difusión positiva del hecho de ser empresario en este país. Los que hay, que los hay, están escondidos. No dan entrevistas, no publican sus biografías, no participan en foros o debates. La sociedad no les conoce y hace que se creen imágenes falsas sobre ellos.
  2. La difusión de hechos negativos. España soporta niveles muy elevados de corrupción y detrás de todos esos hechos suelen aparecer tramas empresariales como imputadas. Reavivando la llama de que el empresario es "una persona de la que no hay que fiarse".
  3. El sistema educativo en España no fomenta en absoluto el talento, la creatividad y la iniciativa. Es otra reforma que se hace muy necesaria, ya que nuestro sistema fue diseñado para una sociedad industrial que generase empleados clonados para fábricas y oficinas. La muerte de este modelo necesita de un sistema educativo afín con la nueva sociedad del conocimiento que sea capaz de identificar y potenciar la singularidad. También cabe hablar aquí de la familia, que por educación y formación tiende a crear un entorno que induce a los pequeños a buscar la seguridad de "un trabajo para toda la vida" (cosa que actualmente es bastante improbable).

La burocracia, el papeleo.

   No ayuda en absoluto que en España se tarden unos cuarenta días en que tu empresa esté operativa y que en cuanto a facilidades para crearla aparezcamos en el puesto 136 a nivel mundial. Es de urgencia una reforma del sistema administrativo, muy fácil, bastaría con copiar el sistema británicos o el americano. En ambos se puede abrir y hacer operativa una empresa en tan solo 24 horas y con todas las gestiones realizadas por Internet. En ambos casos, el espíritu es que los papeles vienen luego, primero se abre el negocio y se echa a andar. En USA, para toda empres que no supere los veinte empleados, hay unas condiciones muy flexibles si hablamos sobre inspecciones y fiscalidad. Aquí, hasta puede ocurrir lo contrario. Esa barrera, la de los 6 millones de euros de facturación. Muchas empresas "no quieren crecer" o abren otra razón social diferente con tal de no llegar a esa cifra, ya que puedes ser objeto de infinitas inspecciones.

El nulo apoyo del sistema financiero español a la actividad emprendedora.

   Realmente puedes comenzar con poco, unos 4500 euros entre constitución de la sociedad y gastos varios, empezando desde casa y si eres el único socio. Ese pequeño importe vale para asomar la cabeza, aunque si la cosa funciona pronto necesitarás más dinero para consolidar la primera fase y dar un paso adelante. Ahí comienzan los problemas. Acudirás a la banca en busca de financiación siempre y cuando tengas un patrimonio que hipotecar, porque si no lo tienes te verás obligado a arrastrar a tu familia o amigos para que garanticen un posible crédito.

   Las entidades del sistema financiero español, que eran consideradas hasta el inicio de la crisis como de las mejores del mundo, tienen aversión al riesgo. Se han especializado en dar hipotecas y créditos al consumo con sus debidas garantías. Pero no están habituadas a estudiar proyectos y mucho menos a apostar por una idea y por la persona. Así que la realidad es dura, eres emprendedor, pero olvídate de diseñar un bonito plan de negocio para presentarlo en el banco. Se te escuchará por cortesía, pero al final te preguntarán sobre las garantías reales que aportarás ante los fondos que estás solicitando.

Escaso desarrollo de otras vías de financiación.

   Una alternativa a la financiación bancaria, es acudir a la financiación e inversión privada. Desde los 90 se desarrollan colectivos de inversores privados (business angels) dispuestos a oír tu proyecto y si les convences te financiarán pero al cabo de entre 3 y 5 años buscan recuperar su inversión multiplicada por 10, 15 o 20. Aquí en España esta forma está escasamente desarrollada y no hay mucho donde elegir, con lo que hay que buscarlos en el extranjero.

   Tampoco existe mucho apoyo por parte de las universidades, salvo excepciones. Hay pocas universidades de emprendimiento con apoyo financiero, orientación y tutela.

   La alternativa más novedosa es el crowdfounding, se trata de acudir a sitios Web que desarrollan un proceso de recogida de fondos colectiva. Cuelgas tu proyecto, informas sobre qué cantidad necesitas y marcas un plazo para lograrla. Los que vean tu oferta y estén interesados en aportar te facilitarán el camino. Esta fórmula funciona para proyectos pequeños como lanzar un disco o grabar un cortometraje.

Pocos sitios especializados de apoyo y orientación al emprendedor.

   Los emprendedores obviamente no tienen un conocimiento universal, son portadores de una idea. Aquí surgen las lagunas y las dudas, en especial en torno al proceso de como hacer realidad esa idea. Si bien es cierto que en ayuntamientos, comunidades y cámaras de comercio existe alguna oficina en la que algún empleado con más voluntad que conocimientos, ayuda al emprendedor en ese complejo proceso. Lo habitual es que estos empleados no hayan tenido nunca una experiencia como emprendedores y su ayuda a veces no sea lo más adecuada posible.

   Queda decir que hay que hacer muchos cambios en España, y no basta con cambiar la ley. Pero si tienes un sueño, no te desanimes, porque es posible que lo hagas realidad. En esta última década hay muchas cosas que están cambiando y existen iniciativas con mucho éxito en nuestro país, como por ejemplo Infojobs.

martes, 13 de mayo de 2014

EMPRENDEDOR DE IDEAS (II)



   ¿De dónde sale el emprendedor, esa persona que un buen día decide arriesgar su dinero y poner en juego su esfuerzo y tratar de hacer realidad una idea o un sueño? Se puede decir que hay seis vías de cultivo del emprendedor.

  1. El entorno favorable, especialmente el familiar y el educativo (escuela y universidad). Cuando un niño se encuentra en un entorno que favorece continuamente su ansia de aprender, que no le limita, que le empuja a intentar cosas, que no le castiga por el error, que le da cancha de juego. Todo esto favorece s u espíritu independiente. Si encima en la escuela y en la universidad sigue encontrándose un similar clima de libertad y estímulo, es muy posible que esta persona acabe siendo un emprendedor y posiblemente un empresario. El entorno actúa como un referente, como un estímulo, y la persona desea imitar lo que ve. Si bien, esta no sea posiblemente la mayor fuente de producir emprendedores.
  2. Aprendizaje positivo en el trabajo. Es frecuente que muchas personas que de jóvenes entran a trabajar en empresas en las que se genera un clima de cooperación, de aprendizaje continuo y contacto frecuente con clientes (es el caso de las consultoras) acabe pensando que "eso lo puedo hacer yo por mis medios y trabajar para mí". Terminan montando su propia empresa de consultoría. Han aprendido los procesos y procedimientos y han contactado con muchos clientes, algunos de los cuales serán el germen del nuevo negocio. Un aprendizaje positivo en el trabajo por cuenta ajena puede ser una buena vía para el emprendimiento, si lo que haces por cuenta ajena coincide con tus gustos, aficiones y pasiones. Desarrollas un aprendizaje de primera mano que te sirve como impulso para lanzarte a tu aventura.
  3. Tu propia empresa te empuja y te ayuda. Esta vía aparece normalmente en empresas medianas o grandes, cuando se plantean externalizar un proceso, departamento o división. Suelen ofrecer a los trabajadores que están en plantilla, como alternativa al despido y dado que la empresa va a continuar con esos procesos, pero de forma externa, que sean ellos quienes se constituyan en proveedores de su antigua empresa. La empresa les suele facilitar la salida y les ayuda, al menos un tiempo, en su nuevo estatus. Esto permite al nuevo emprendedor abrirse camino y en multitud de casos casos, captar nuevos clientes. Esta fórmula puede funcionar si tú crees que puedes ser dueño de tu propio destino. Te están poniendo una alfombra roja para que lo intentes.
  4. Antes de que todo se hunda. Esta situación se de en empresas normalmente pequeñas o de mediano tamaño en las que se va a producir el cierre de las mismas. Los empleados deciden una especie de colectivización de su empresa. Se constituyen en sociedad o en cooperativa y ahora, como accionistas o propietarios tratan, de sacar adelante el negocio. Es el caso en el que se encontró el periódico en papel Público. Esta vía tiene sus riesgos, ya que puede que no sientas ninguna inclinación por hacerte cargo de algo por lo que no sientes demasiada pasión y solo te lo estás planteando como fórmula de vida. Tómate un tiempo de reflexión antes de decidir y pregúntate si vas a ser feliz colaborando en la dirección y consolidación de ese negocio. Si va con tu personalidad y pasión.
  5. Experiencias negativas en el trabajo. Esta situación suele alimentar una insatisfacción que llevas dentro. suele ser el elemento que dispara tu decisión, que no te atrevías a tomar. De este canal surgen aquellos que están cansados de jefes tóxicos y prefieren no trabajar por cuenta ajena. La suma de experiencias negativas en el trabajo por cuenta ajena va empujando a la persona a probar con el emprendimiento, en un deseo de encontrar espacios de libertad en los que desarrollar sin trabas sus ideas y la posible pasión que ha estado escondida sin saberlo.
  6. La única salida del túnel. De aquí salen aquellos que jamás se plantearon emprender. Suelen ser personas de cierta edad (entre los 50-55) que, de repente, después de 15 o 20 años normalmente en la misma empresa, se quedan en paro y no encuentran trabajo. Estos intentarán, como último recurso, el trabajo por cuenta propia. La mayoría se constituirán como autónomos y tratarán de abrirse camino. Aunque este tipo de acciones si nacen de la desesperación pueden conducir al fracaso.
   Lo cierto es que los emprendedores suelen romper con ese guión que supuestamente había sido escrito para ellos. Puede que haya dos cosas que todos los emprendedores tienen en común. La primera es un sueño, un deseo de hacer algo distinto por ellos mismos. Ese es un motor inmenso que arranca en un momento determinado. Si no lo intentan, van a estar insatisfechos consigo mismos toda la vida. La segunda es una enorme capacidad de resistencia al fracaso. Normalmente el emprendedor de verdad no tira la toalla ni al primer fracaso, ni al sexto o séptimo. Lo sigue intentando, está totalmente convencido que se puede. Nunca piensa en que un fracaso le marcará; al contrario, le aporta las claves a adoptar para evitar futuros traspiés.
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